Al
volverse esto una guerra global, grandes discográficas de todo el mundo se
esfuerzan por publicidad “anti-piratería” y se han visto envuelta en grandes
juicios contra estas persona inescrupulosas que se aprovechan del esfuerzo de
otras. Al encontrarse en un caso de hurto claro, los gobiernos se han
preocupado más ante la insistencia de las discográficas y. no solo ellas. sino
también las grandes industrias cinematográficas. Tal es el caso de la ley Stop
Online Piracy Act (SOPA) que, aunque ha recibido muchas críticas, es la acción
más notable anti-piratería por parte de un gobierno. Antes de ello, se han presentado casos victoriosos,
como el del juicio a la empresa Napster por parte de las discográficas,
viéndose la primera obligada a pagar casi 26 millones de dólares de
indemnización por violación de derechos de autor a las discográficas, entre
otros casos.
Las malas prácticas de
negocios tienen el potencial de infligir un enorme daño en las personas,
comunidades y medio ambiente
Estas
empresas tienen gran influencia en la población, dado que les da a sus usuarios
lo que necesitan. Como se mencionó, aquí los mayores beneficiados son, en primer lugar, los
usuarios que consiguen la última de sus artistas favoritas, sin moverse de sus
casas y sin costo adicional y, en segundo lugar, las empresas que tienen grandes ingresos por
publicidad online (en su mayoría). Sin embargo, ante tan poco control de estas
empresas proveedoras de productos piratas, también se pueden generar
inconvenientes al cliente, dado que como todos comparten la música que tienen y
la intercambian con redes abiertas, muchas son las personas que contagian sus
computadoras con virus, haciendo que probablemente se pierdan documentos
importantes propios o ajenos o el daño perpetuo de la computadora. Además, los mayores afectados son, como ya se
dijo, las discográficas, sus múltiples trabajadores, sus artistas y sus
familias que se esfuerzan por dar un producto de calidad a sus fanáticos.
Pocos hombres de
negocios han recibido entrenamiento en ética para los negocios
Las
personas que conforman estas empresas proveedoras de productos copiados son
personas que reflejan la devoción a la frase de Nicolás Maquiavelo: “el fin
justifica los medios”. Estas personas que son claros ladrones cibernéticos
ganan mucho dinero acosta del esfuerzo de su principal stakeholder (en este
caso, proveedor = artista), sin tener ninguna consideración con el mismo. Es
evidente que no tienen ninguna educación en ética para los negocios, porque no
respetan los derechos de sus proveedores, como el acceso a los beneficios económicos. Así, establecen esa misma cultura de
hurto en sus usuarios que, muchas veces, ni ellos mismos perciben y creen que
lo que hacen es correcto, porque los entretiene, es de rápido acceso y no les
cuesta.
Necesitamos comprender
por qué siguen ocurriendo infracciones éticas en los negocios
Es
increíble que habiendo tanta inversión en publicidad anti-piratería y nuevas
leyes más rigurosas con estos temas, las empresas se sigan empeñando por
continuar con sus actividades y quieran aprovechar hasta lo último que puedan y
no hay intención de retiro por parte de ninguna. Aún más increíble es que los usuarios
continúen con estas prácticas que, aunque benefician a su bolsillo, son
incorrectas. Dado que está comprobado que la censura de un portal proveedor de
la música pirata, genera el traslado de sus usuarios hacia otro portal. Muchos
artistas, ante todos estos acontecimientos, han decidido convivir con esto
y vender sus CDs a precios más
accesibles y realizando más conciertos que permitan acercarlos a sus fanáticos
y obtener mayores ingresos. La culpa de las descargas de música desde
computadoras personales está directamente relacionada a las prácticas
realizadas por las empresas proveedoras de la misma y sus usuarios.
Escrito por Arantxa Abanto
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