Joseph Badaracco plantea en su modelo
que las personas nos enfrentamos, de manera cotidiana, con dilemas que generan
un gran impacto en nuestras vidas, las organizaciones y en la sociedad. Él
define que estos dilemas nos contraponen ante el reconocimiento de los
“correcto vs. correcto”.
Esto quiere decir que los dilemas por lo
que las personas atraviesan pasan por un momento de la verdad, puesto que deben
tomar decisiones acerca de una situación específica y actuar de acuerdo a los
valores, emociones, intuiciones, percepciones que están arraigados en ellos o
que son parte de su formación. En ese momento, todo lo mencionado se pone
a prueba y contribuye al aprendizaje futuro de su carácter y personalidad.
A raíz de ello, Badaracco señala en su
teoría que los dilemas éticos empresariales se establecen bajo un modelo
pragmático donde se reconoce la dificultad en administrar organizaciones, lo
cual, dependiendo del contexto, impulsa a las personas a ensuciarse las manos u
optar por acciones que son consideradas poco éticas por la sociedad.
El modelo propuesto explica tres niveles
de los dilemas éticos empresariales, pero en este trabajo, sólo se explicará el
impacto que tiene la tercera clasificación, la cual hace referencia a lo supra organizacional, en la descarga de música desde
computadoras personales.
Analizando el caso, nos podemos percatar
que a lo largo del problema, se hace alusión a la descarga de música, los
directivos de las empresas discográficas, instituciones que protegen la
industria musical y personas que, mediante el uso de la tecnología, lograron
crear páginas web para el intercambio de archivos de manera gratuita tomaron
decisiones antiéticas que los llevaron a una confrontación enfocada en términos
económicos.
1.
A medida que la tecnología avanzó, muchas personas con
conocimientos informáticos llegaron a establecer páginas web que ofrezcan a los
usuarios la posibilidad de poder descargar archivos musicales de manera
gratuita. Esta práctica bajo términos legales se conoce como piratería.
Si bien es cierto que los creadores de las websites no se beneficiaban
económicamente, sí perjudicaban los intereses económicos de los artistas, ya
que la demanda de sus discos disminuían y las empresas discográficas y
representantes musicales también se veían afectados. Teniendo en cuenta todo ello,
las empresas informales continuaron con la apertura de más páginas web con el
mismo servicio.
2.
También, cabe resaltar que las empresas discográficas
y representantes de la industria musical, con el fin de acabar con este nuevo
grupo (empresas informales) y de actuar de manera drástica, utilizaron todos
sus recursos para demandarlos sin tomar en cuenta sus apelaciones. Muchos de
ellos, solo lo hicieron por probar o poner a prueba sus habilidades
informáticas. Sin embargo, fueron acusados por violar ciertos términos que
afectaban a la producción musical que los obligaba a pagar ($) por los daños
causados.
3.
Otro punto a señalar es que algunos representantes
legales de USA y Europa se vieron corrompidos por la industria musical respecto
a la situación planteada para que pudieran sancionar a las empresas informales.
De esta forma, se vieron favorecidas ambas partes.
4.
También, las empresas fabricantes de aparatos
tecnológicos, no dudaron en aprovechar este boom (descarga de música desde
computadoras) para incentivar la venta de computadoras portátiles o de diseñar
aparatos de música como MP3’s, MP4, IPOD’s, entre otros. Esto ayudó al
incremento de la contaminación ambiental por parte del uso de dichos productos.
La cooperación de las empresas fabricantes de aparatos
tecnológicos junto con las empresas informales se ayudaron (sin darse cuenta)
para disfrazar las acciones que se estaban cometiendo. Muchos de los creadores
de las páginas web no tenían idea que lo que habían hecho era ilegal. Aún así
cuando se enteraron, algunos de ellos se juntaron para luchar por la
continuidad de los servicios que ofrecían online, mediante la creación de una
cuenta. Todo ello generó conflictos entre los diferentes stakeholders
pero en especial a los artistas y demás miembros de la industria musical. En la
actualidad, aún se siguen ofreciendo dicha prestación pero con una menor
cantidad de participantes (websites) y de la misma forma, en algunos países,
han cambiado sus normas con la finalidad de sancionar dichas acciones y que
éstas sean condenadas con la inhabilitación de sus páginas web y mediante el
pago de dinero por daños causados.
Escrito por Nathaly Laveriano
No hay comentarios:
Publicar un comentario